sábado, 15 de septiembre de 2007

Muchachas...



Nuestra coherencia, dejó bastante que desear…

Cuanto más investigas, más te cerciorás de las grandes diferencias entre el hombre y la mujer.
En una encuesta hecha a ambos, entre ellos hay muchas respuestas coincidentes. Entre nosotras, no.
Ellos en general, le dieron más importancia a lo visual. Nosotras como siempre, a los “detalles” (Por supuesto, todas a distintos detalles).
Si alguno tuviera acceso a la lista final femenina, definitivamente se volcaría al travestismo. Porque queda claro que como mínimo y de onda, nos falla algo en la cabeza.
Pues así como los elegimos melenudos y a la semana les cortamos el pelo, seleccionamos a Brad Pitt (o casi) y nos apareamos con algo que simule ser humano y romántico.
Para realizar este monólogo, fueron encuestadas 60 mujeres (entre 25 y 50 años en julio del 2005).
Motivos para sucumbir ante un hombre (sin conocerlo):

El rasgo más votado: buen humor (¿Vieron? Nos cansamos de llorar).
Es sin duda una característica que de no estar, es motivo de descarte. Puedes ser panzón, pelado o feo; que alguna virtud te encontraremos. Pero sin sentido del humor “mi vida”, no tenemos más nada que hablar…Chaucito.
En segundo lugar seguridad, importante característica para enfrentar y encarar a cualquiera de nosotras (No incluyo mojigatas).
El tercer puesto compartido: lindo, seductor, sensible y alto.
Lindo: la gran incoherencia femenina. Pero como la belleza pasa por tantos lados… Nos escudaremos en eso (Pensá que al final de la película, terminamos viendo lindo a E.T. y hasta sentimos envidia por Fiona que se quedó con Shrek).
Un hombre seductor tendrá facilidad para la conquista (Que no es poca cosa), pero si no despliega otros atributos, no pasara de allí.
Sensible: si no sos capaz de conmoverte con lo que le ocurre a los demás, seguí tu camino, acá perderás el tiempo. No nos interesan ni nos gustan los insensibles (Bueno…alguna como vos, encontrarás).
Alto: y sí…a todas nos gusta treparnos (Aunque los medianos tienen su encanto).
La cuarta posición es compartida: si mira con deseo, romántico, caballero, inteligente, deportista y ambicioso. A ver:
Si miras con deseo, aunque no nos intereses, podés tener grandes posibilidades. Pues a veces el deseo se transmite (Y contagia). Mirame que me derrito…
Ah bueno… si sos romántico debo confesar que tiene el 50% a favor.
Este rasgo te abrirá camino fácilmente. Después tendrás que aportar otras virtudes, porque con Neruda sólo, no hacemos nada.
Caballero: si sos un hombre gentil y galante, llamarás de inmediato nuestra atención pues, quedan tan pocos…
Inteligente: si tenés buen humor, sin duda sos inteligente.
De todos modos el concepto de inteligencia, es relativo.
Para algunos depende de la economía lograda, para otros de la cultura general o de la capacidad para resolver problemas.
Para mí, una persona inteligente (Independientemente del sexo), es aquella que se procura felicidad y bienestar.
Deportistas: por una cuestión de lógica, a éste no lo buscarás ni en un boliche, ni en un Bingo, supongo.
Pero es cierto, los deportistas tienen un atractivo particular.
Ambicioso: interprétese aquí con iniciativas, proyectos y ganas.
Luego: masculino, compañero, bien vestido y que sepa tratar a una mujer.
Un hombre masculino es un placer para los ojos y un festín para nuestra imaginación (¡¡¡Seducción mortal!!!). Olvídense del spray y de limarse las uñas. Nos gustan los que desparraman testosterona al caminar.
Compañero: virtud que todas buscamos y valoramos (Ermitaños, abstenerse).
Bien vestido: captarás nuestra mirada de inmediato. Dale, emprolijáte. ¿Que te cuesta? (No hace falta acicalarse, con no estar rotoso y oler bien es suficiente).
Que sepa tratar a una mujer: al igual que el caballero, serás un oasis.
Estos hombres que nos halagan con sus modos, concediéndonos los deseos
y mirándonos como si nos admiraran, nos subyugan. Esos que improvisan un chocolate y nos deleitan siempre con una sorpresa.
Por último: divertido y avasallador.
El primero nos evitara el clásico “aburrimiento” y desgano:
-Hoy, ¿qué hacemos?
El divertido siempre tiene alguna idea.
Avasallador: (Con esta característica, varios hombres descartaron a una mujer, pero nosotras lo enumeramos como virtud). Una dijo:
-Me encanta que me avasallen. Y si en el momento íntimo me arranca la tanga dejándola a jirones, mejor.
Por lo general a las mujeres seguras, nos gusta que nos sorprendan imponiéndose.
Esos que apenas te vieron un par de veces y a la tercera vez te agarran del brazo y…
-¿Adónde vas? ¡Vos te quedás acá conmigo! Y te parten la boca de un beso.
Los recios que se la bancan (Pero hay que ser muy seguro para eso y arriesgado).
Me sorprendió que sólo una exigiera:
-Mimos post sexo.
Pues en varias conversaciones femeninas lo escuché como condición para una segunda cita. Para muchas, este momento suele ser tan importante como el acto sexual.
Sólo una lo pidió imaginativo, cuando todas nos aburrimos al poco tiempo, con alguien que no lo es.
Una solita: apasionado, y con este olvido o desliz, demostramos nuevamente nuestra incoherencia. Ya que es el reclamo universal post matrimonio y después de estar un tiempo en pareja.
La más jovencita encuestada, pidió (jajá):
-Que sepa lo que quiere.
Comprate una lupa y salí a buscarlo. No es lo que abunda precisamente…
El pedido más original:
-Que no le tema al ridículo (Como no aclara, supongo que al propio): es entendible dentro de un contexto (Igual se prefiere el “desinhibido” al prejuicioso”).

Motivos para descartar a un hombre.

Con el 50% de los votos los gordazos (Nótese la diferencia con los hombres que descartaron por gordas, nosotras aclaramos: muy gordos). Los gorditos: larguen los postres y estarán en carrera.
Con el mismo número de votos los sucios: y sí querido, una no pide que brilles pero tampoco que no se pueda respirar tranquilamente a tu lado. Si no te amigás con el agua y el jabón, olvídate de nosotras.
Compartiendo el segundo puesto: petiso y feo.
Entiéndase por petiso, a una suerte de Bonsái (¿Vieron que el tamaño no nos importa? A pesar de la consabida regla de la ELE, fueron descartados por mayoría).
Feo: aquí no comparto lo decidido por mis pares. Tengo buen concepto de los mismos (El hombre es como el oso, cuanto más feo más hermoso). El hombre poco agraciado por la madre naturaleza suele desarrollar otras maneras de conquistas infalibles (No quiero evocar por miedo al orgasmo inmediato).
Ahora si sos desagradable, con eso no transo.
Luego: mentiroso, muy prolijo, grosero, sin dientes, egocéntrico, desatento, vago. A ver:
Una vez que descubrimos una mentira, no nos es fácil volver a creer. No te crecerá la nariz como a Pinocho… pero serás eyectado.
Muy prolijo: y sí… Esos que lucen el pelo post brushing, están bronceados con cama solar y pendientes de su imagen (O de que haya algún espejo cerca para retocarse)…Son dignos de obviar. Los metrosexuales no son precisamente los que nos gustan. Así que muchachos sean ¡más masculinos!
Grosero: a esta altura…no creo que tengas escapatoria. Es tan difícil de modificar… ¿Qué te puedo decir? ¡¡¡Suerte!!!
Egocéntricos: ¿No puedes ver más allá de tu ombligo? Incompatible. Aunque no lo creas, el resto del mundo también tiene ingerencia. ¿Cero registro del otro? Cero posibilidad. Lo siento…
Desatento: cosecharás tu siembra. Es difícil de soportar. Tendrás que modificarlo o tener otras virtudes que compensen (y mucho).
Vago: viene de la mano de la chatura. ¡Intolerable! Seguí tu ruta (Por otro camino, claro).
Respuestas aisladas para el rechazo:
-Si no mira a la cara cuando hace el amor.
Y sí… sino, es como estar con cualquiera.
Una arrojó sin piedad:
-Que no sepa coger.
Esto de saber o no, no lo comparto. Creo que en verdad cuando te encontrás con otro cuerpo, hay química o no y el secreto pasará por ahí.
Una dijo:
-Al depresivo.
Tuvo un solo voto y a mi gusto, merecía más.
-El afeminado.
No tuvo muchas adeptas porque está sobreentendido que no nos gustan.
Si tu portación de testosterona es cero, difícilmente atraigas. Bueno sino, probá con Juan.
Una descartó sin miramientos: al recurrente, esquemático y prejuicioso.
El primero siempre remata con la misma frase, te cuenta e insiste con lo mismo. ¡¡¡Insoportable!!!
Al segundo, le alterás algo de su rutina diaria y no sabe que hacer. Tiene todo (o casi), fríamente calculado. Ninguna sorpresa, nada distinto que lo pueda perturbar. No hace falta que sea marido de nadie, aburre sólo con verlo.
El prejuicioso (Para ese todas somos putas menos su mami, su hermana y su hija):
-Pollera corta……….Es una busca.
-Muy pintada……….Es fea y una busca.
-Desprolija………….Abandónica y alguna vez fue busca.
-Separada…………..Fracasada y ya empieza a ser busca.
-Soltera………………Histérica y busca.
-Casada……………..Infeliz, ya ni busca.

No se anima a indagar demasiado en la vida de ninguna. Esconde sus inseguridades detrás de un rótulo que lo excuse.¡¡¡ Adiós!!!
La más jovencita, descartó:
-Al dominado.
No tuvo en cuenta que de ser así, es en manos de alguna de nosotras.
Otra puso:
-Que se rasque las bolas.
Cuando leí, le pregunte:
-¿Que no sea vago? ¿Qué tenga trabajo?
-No no, literalmente descarto al que se rasca las bolas.
Y sí es desagradable, pero si le pican…
Finalmente una sola dejó afuera al histérico. Seguramente las otras no los incluyeron porque hoy en día, varios quedarían afuera por este rasgo.

¡¡¡FESTEJEN MUCHACHOS!!! A pesar de todo, demostramos una gran lucidez:
Ninguna los descartó ni por inmaduros ni por egoístas…
Porque ustedes mi amor:
¡¡¡TODOS SON EGOISTAS!!!
(Y la gran mayoría, tiernamente inmaduros).


Gracias a todas las que colaboraron para
que esto fuera posible.