lunes, 27 de agosto de 2007

Ahora...




Ahora que me sé falible...
Que comprendo más de lo que me pregunto...
Que decir: -No sé- no me cuesta tanto...
Que río con nostalgia y lloro con memoria...
Ahora que al darme permisos soy más libre, más feliz, más íntegra...
Que los reveses deben ser huracanes para lograr despeinarme y
no seguir inmutable...
Que disfruto de los momentos sabiendo que me nutren, energizan
y me animan a seguir...
Que el espejo me devuelve alguna arruga ingrata pero con historia
y ya no les temo...
Ahora que caminar mirándolo todo, es el privilegio de estar latente...
Que atravieso los riesgos y la única amenaza son mis pensamientos...
Que al encontrar una mirada conciliadora me abrazo a esa esperanza...
Que admito más de lo que confronto...
Ahora que mi paso es más lento no por cansancio ni comodidad,
¡me urge observar!
Que no corro contra el tiempo, sólo me acomodo a cada segundo de él
con intensidad por ser único e irrepetible...
Que no necesito ser perfecta para demostrarme nada...
Que me burlo de mis flaquezas con la cabeza en alto y capitalizo
de mis fracasos...
Ahora que sé que la felicidad no tiene un costo a largo plazo...
Que la crueldad me sabe a miseria y no a venganza...
Que entendí que lo justo es la justicia, pero no siempre pasa por mis manos...
Que mis ojos aprendieron a contemplar sin criticar y se quedan
largamente detenidos en aquello que les da placer y alegría...
Ahora que mis hijos están más grandes y verlos me atemoriza
y enorgullece...
Que la paciencia domesticó a mis ansiedades...
Que aprendí la diferencia entre lo “urgente” y lo “postergable”...
Que ante una caricia me relajo y ante el dolor me distancio...
Ahora que me sobra dignidad para aceptar lo nuevo y rechazar
lo mediocre conocido...
Que cambiaron mis prioridades...
Que busco decir más:-¡Me encantó!- y menos: -¡Olvidate!
Que las certezas acumuladas por años me sacan la lengua y se ríen de mí...
Ahora que no busco desenfrenada, pero te espero...
Que “sentir” dejó de ser un privilegio y se tornó imprescindible...
Que lo patético me espanta y lo perfecto me aburre...
Que disfruto de mis ratos de soledad para intimar con mis pensamientos...
Ahora que los besos son un deleite y el sexo su mejor continuidad...
Que los abrazos me conmueven pero sé que no encadenan...
Que construyo mi camino en el “hoy” sabiendo que el futuro es tan incierto...
Que sólo vuelvo al pasado para no olvidar...

Porque es así... No necesito estar mal para valorar y disfrutar cuando
estoy bien. Ni que la vejez me aplaque para saber que...
irremediablemente llegará. Pues entonces decidí que no me sorprenda
con asignaturas pendientes y me encuentre tranquila,
en paz y con mis deseos al día...

No hay comentarios: